¿Te gustaría saber el secreto de la oración perfecta? No busque más allá del Padrenuestro, dividido en partes significativas.
¿Te gustaría saber el secreto de la oración perfecta? No busque más allá del Padrenuestro, dividido en partes significativas.
El reino, el poder y la gloria… ¡no son nuestros! ¡Son SÓLO de Dios! Y una vez que nos damos cuenta de esto, comienza nuestra libertad.
Por nuestra cuenta nunca podremos ser completamente libres. ¡Sin embargo, Jesús quiere que seamos libres! Líbranos del mal…
¿Preocupado por caer en la tentación? La única esperanza es invocar a Aquel que ha prometido guiarnos por senderos de justicia…
Perdón: ¡va en ambos sentidos! Pedimos perdón, pero también debemos perdonar a quienes nos han herido. Puede que no sea fácil, pero Dios nos pide que hagamos precisamente eso…
¿Realmente quieres estar libre del pecado? ¡Pídele a Dios que te revele tu pecado, que ponga odio en tu corazón por TODO pecado, que DESEA confesar tu pecado y que tengas la capacidad de arrepentirte de él!
El sábado pasado, en La oración perfecta, Parte 4, vimos que después de reconocer que nuestro Dios es el Papá perfecto, todo amoroso, todopoderoso y omnisciente; después de darnos cuenta de que a pesar de ser nuestro Papá, Dios es santo y debemos asegurarnos de honrar...
Todos queremos que se haga la voluntad de Dios, ¿verdad? Pero eso parece una gran oración. ¿Qué abarca exactamente la voluntad de Dios?
¿Qué significa cuando se supone que debemos orar para que venga el Reino de Dios? Quiero decir, ¡el Reino de Dios es bastante grande!
Estamos llamados a ser santos porque Dios es santo. ¿Nuestros pensamientos, acciones y palabras honran siempre Su santidad? Piénsalo…