Select Page

Meditando sobre los caminos misteriosos y el momento perfecto de Dios

by | Aug 21, 2024 | Español, God Cares, God Is In Control, God's Love, Gods Time, Gods Ways, Spanish Devotionals

Meditando sobre los misteriosos caminos de Dios y su tiempo perfecto¿Alguna vez te sientas a contemplar los caminos de Dios? ¿Y su tiempo? ¿Y una combinación de estos dos?

Por supuesto, es un esfuerzo inútil si tu objetivo es entender a Dios, porque los caminos de Dios son mucho más grandes que cualquier cosa que nuestras mentes humanas puedan comprender. Como dijo David: “¿Quién puede aconsejar al Espíritu del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o enseñarle?” (Isaías 40:13 NTV). O como lo parafraseó Pablo en su carta a los corintios: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero para que le fuera recompensado? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas; a Él sea la gloria por los siglos. Amén”. (Romanos 11:33-36 NVI)

Sin embargo, ¡qué bendición es meditar en Sus caminos! Te servirá para fortalecer tu fe, acercarte más a Él y ayudar con todos los demás aspectos espirituales de tu vida.

Ayer quedé impresionada. Me habían pedido que hablara a un grupo de personas, y Dios había puesto un mensaje en mi corazón para ellas. ¡O al menos eso era lo que yo pensaba! ¡Y le pido a Dios que de hecho las haya bendecido con este mensaje! Pero, ¿quieres saber quién fue realmente bendecido? ¡Sí! ¡Fui yo! Dios sabía que necesitaba que este mensaje estuviera en primer plano en mi corazón, ¡ahora mismo! Así que hizo que alguien me pidiera que hablara, ¡ahora mismo! Y puso el tema que necesitaba, en mi momento, en mi corazón para hablarles. ¡No hay forma de que quien me invitó a hablar lo supiera! ¡Fue Dios, actuando en Sus caminos, en Su tiempo!

Pero con el final del sermoncito, Dios no había terminado de usar esta experiencia para ayudarme… ¡a mí!

Verás, lucho con muchas imperfecciones en mi carácter, y una de las más importantes es el orgullo. Antes de aceptar hablarle a este grupo, Dios y yo habíamos revisado este pecado que me asediaba. No le había dedicado ningún pensamiento de orgullo, había renunciado a cualquier tentación de orgullo y había orado para que me protegiera de este feo defecto de mi carácter. No obstante, cuando la gente empezó a darme su opinión sobre mi charla, pude sentir que mi archienemigo intentaba levantar su fea cabeza de nuevo. Sólo por la gracia de Dios pude renunciar a él. Pero, ¿por qué sigue atormentándome? Lo reconozco como un pecado, lo odio, deseo limpiarme de él… Entonces, ¿por qué sigue siendo una lucha?

Pero aquí es donde los caminos de Dios y Su tiempo se vuelven aún más interesantes… En mis momentos de quietud con Dios, leo porciones consecutivas de mi Biblia. A veces leo un puñado de versículos, a veces un capítulo entero, a veces un solo pensamiento. Como resultado, no hay forma de que nadie pueda predecir qué estaré leyendo en un día, una semana o un mes. ¡Nadie, es decir, excepto Dios! ¡Él sabe exactamente cuándo estaré leyendo qué! Y a la mañana siguiente, después de mi batalla vespertina con mi archienemigo, el orgullo, el pasaje bíblico que debía leer ese día en particular me habló sobre cómo limpiar mi corazón de este orgullo.

Entonces, Dios planeó esta invitación justo en el momento en que sabía que necesitaba el mensaje sobre el que iba a hablar. Puso el mensaje exacto en mi corazón y luego me lo recordó varias veces antes y después de la presentación. ¡Y usó esto como punto de partida para comenzar a trabajar conmigo en la limpieza permanente de mi orgullo!

Ahora podía simplemente descartar todo esto y seguir con mi vida. Tengo esa opción, y es la que he elegido a menudo en situaciones similares. ¡Pero hay otra opción, una que ayudará a inculcar todas estas enseñanzas en mi corazón! Puedo meditar en los caminos de Dios. Puedo deleitarme en Su tiempo. Puedo adorarlo y alabarlo por Su amor perfecto y por cómo obra en mi vida.

Hoy opto por hacer esto último. Elijo meditar en el amor de Dios, en la magnitud de Su sabiduría. Elijo adorarlo por Su gracia infalible, Su amorosa bondad y Su Espíritu bondadoso. ¿Y sabes qué? Mientras lo hago, siento que las lecciones aprendidas se van cimentando en mi cabeza. ¡No tendré tantas probabilidades de olvidarlas porque elijo contemplar a mi amoroso Padre Celestial!

¿Qué está haciendo Dios en TU vida? Te desafío a pedirle a Dios que te abra los ojos y te revele dónde está obrando a tu alrededor. Luego da ese paso más y medita en Su bondad. Deléitate en Su amor y bondad. ¡Contempla Su Espíritu generoso y Su gracia! ¡No te arrepentirás, porque este simple ejercicio servirá para acercarte mucho más a Dios!

Ah, y si quieres saber más sobre el proceso de limpieza que Dios me dio ese día, ¡no te pierdas el próximo sábado “Limpiando nuestros corazones”!

En su amor,
Lyn


Lynona Gordon Chaffart
Autora, moderadora, directora interina, Answers2Prayer Ministries

Traducido por Pascal Lambert

Categories

Archives